Historia
Enrique El Navegante
Biografía



El Infante Enrique "El Navegante" (1394-1460):
Nació en Oporto el 4 de marzo de 1394, tercer hijo del rey João I de Portugal (1385-1433) y de Felipa de Lancaster, hermana de Enrique IV de Inglaterra. Fue educado en la literatura, la política y la guerra. Era hermano del rey Duarte (1433-1438) al que sucedió su hermano Pedro como regente durante la minoría de edad de Alfonso V. Al ser Don Enrique el tercero en la línea sucesoria, no tenía aspiraciones al trono. Con algo más de 20 años (1415) toma parte en la conquista de Ceuta, empresa en la que participaron más de cincuenta mil portugueses y unas 200 naves. A partir de entonces parece que surgió en el Infante la idea de acometer la exploración de de las costas africanas. Era gran maestre de la Orden de Cristo, heredera de la en otros tiempos poderosa Orden del Temple, que tras su disolución disponía de su enorme capital. Había sido fundada (1321) por el rey Dinis I de Portugal (1261-1325) poco después de la supresión de la Orden del Temple decretada por Clemente V (1311). Dinis se comprometió a dar asilo a los caballeros del Temple perseguidos en Francia. Los primeros estatutos de la orden fueron redactados en 1321. Su cuantioso patrimonio acumulado permitió al Infante dedicarse a promover las exploraciones. Nombrado duque de Viseu, construyó un castillo en las inmediaciones del promontorio de Sagres, muy cerca del cabo San Vicente. Allí propició las navegaciones exploratorias y reunió a astrónomos y cartógrafos. Este novedoso centro de navegación inicia su actividad en 1420. En 1449 es nombrado regente tras la muerte de su hermano Pedro en Alfarrobeira por las tropas reales.

Enrique el Navegante Dinis I de Portugal Orden de Cristo Enrique el Navegante

Castilla sumida en el desorden:
En Castilla los reyes avanzan muy despacio en su intento de reducir el poder de la nobleza. Desde la introducción de la casa de Trastámara se mantenía una manifiesta rebeldía contra el poder real. Juan II (1405-1454) estaba más interesado en la literatura que en la gobernación de Castilla. Su favorito el condestable Alvaro de Luna gobernaba en abierto enfrentamiento con la nobleza. La batalla de Olmedo (1445) supuso un avance temporal del poder regio. Isabel de Portugal, esposa de Juan II de Castilla (1405-1454) interviene activamente en el proceso y ejecución de Alvaro de Luna (1453), favoreciendo los intereses de los nobles.

Comprometido oponente de la expansión del Islam:
Los osmanlíes turcos se empezaban a recuperar del desorden creado por la invasión del mongol Tamerlán. Su monarca Bayaceto I había sido capturado durante la batalla de Angora (1402) por tropas mongolas. El imperio de Tamerlán se disgregaría con rapidez después de que muriera en su intento de reconquistar China. Ulugh Beg (1394-1449), nieto de Tamerlán, construyó (1424) en Samarcanda el mejor observatorio astronómico de su tiempo. Los conocimientos adquiridos en este centro permanecieron ignorados por occidente y no se añadieron al incipiente desarrollo científico europeos. Murad II, convertido en sultán (1421), entra en los Balcanes y reanuda los planes para la toma de Constantinopla, que caerá en 1453. En 1430 los turcos toman Tesalónica, que había sido arrebatada por Venecia (1423) al debilitado Inperio bizantino. La Orden de Cristo había sido creada como instrumento de combate contra los árabes. Enrique había tomado a su cargo la tarea de eliminar el dominio islámico en Africa del Norte y el Próximo Oriente. En tal labor debía ayudarle el Preste Juan, quien según se contaba, gobernaba un reino cristiano en Africa. Tras el ocaso del califato de Bagdad el poder del mundo islámico pasó a manos de los osmanlíes turcos que conquistaron Constantinopla (1453) cortando la ruta de las especias.

Navegaciones atlánticas:
A pesar del sobrenombre con que fue conocido navegó muy poco. Hacia el oeste, en 1421 se descubre Madeira. En 1424 la expedición de Fernando de Castro explora las Canarias. En 1425 se inicia el poblamiento de Madeira. En 1432 se descubren las Azores, a 1.300 kilómetros de Portugal. En 1439 se inicia el poblamiento de las Azores. En 1444 Dinis Dias llega a la altura de Cabo Verde. En 1448 se inicia la construcción de la feitoría de Arguim, que se convierte en punto de agrupamiento de esclavos y primer establecimiento europeo de este tipo en Africa, al principio con destino a Lagos y Lisboa.

Estrecho de Gibraltar Enrique y esclavos Castillo de Arguim Ceuta

Campañas norteafricanas:
Reemprendió la guerra contra los marroquíes, que perdieron Alcazarseguer (1458), Tánger y Arcila (1471), Azemmur y Magazán (1502), y Safi (1508). La expansión castellana hacia el Mogreb se desvió hacia el Este (región de Orán y Tremecén) pero el comercio con Guinea era tan fructífero (oro, esclavos, marfil, caucho), que la sola iniciativa privada lo mantenía.
Azurara, cronista de la expansión portuguesa durante los primeros tiempos, señaló como razones principales que movieron la actitud del Infante, las siguientes: deseo de conocer las tierras existentes más allá del cabo Bojador y de las Canarias (descritas desde 1312 por Lanceroto Malocello), comprobar si había cristianos con quienes comerciar, saber hasta dónde llegaba la autoridad de los moros y difundir la fe cristiana convirtiendo a los infieles que se encontrara. Consecuencia de estos deseos fue la bula Dum diversas, otorgada por el papa Nicolás V y concedida al monarca Alfonso V, por la cual se le daba autorización para hacer la guerra a los infieles, conquistar sus tierras y aun reducirlos a esclavitud. El mismo papa, en otra bula de 1454, reservó a los lusitanos las tierras dominadas por Alfonso V y Don Enrique, y por último, la bula de Calixto III de 1456 otorgó a la Orden de Cristo, la jurisdicción espiritual de las islas , puertos, tierras y lugares, desde el cabo Bojador hasta Guinea, y más allá de sus playas meridionales hasta la India.

Actitud cristiana ante la raza negra:
Enrique no sólo dio el impulso necesario para una acción humana monumental desde el punto de vista político y científico, sino que -quizá involuntariamente- provocó una caza del hombre que duró cuatrocientos años y que convirtió Africa en un continente manchado de sangre y de lágrimas (Wendt)

(el impulso de los viajes y de los descubridores) era una mezcla de fe y de codicia, de religión y de rapacidad. Allí se juntaron el espíritu de los cruzados y de los apóstoles con los más viles intereses de lucro y condujeron a la caza de los negros desarmados, que eran apresados por sorpresa y hechos esclavos de la manera más indigna y desconsiderada.(Georg Friedrici)

Personajes idealistas como el propio príncipe Enrique esbozaron programas utópicos, según los cuales los negros, después de bautizados, tenían que ser devueltos a su país, para hacer proselitismo entre los que se habían quedado allí. Estos programas también contribuyeron a que se considerara a los africanos como hombres verdaderos. El príncipe Enrique hizo devolver a Africa a algunos negros bautizados, con la esperanza de ganar así pueblos enteros para la fe cristiana. Pero los cristianos negros desaparecieron rápidamente en la selva y no volvieron a dar señales de vida.(Wendt)

En 1460, año de la llegada a Sierra Leona y de la muerte del Infante, el ansia de lucro sustituyó al idealismo romántico de Enrique. La actitud que transformó un pequeño pueblo de la Península ibérica en una verdadera nación de navegantes esforzados, se deterioró con el paso del tiempo, y se llegó a considerar el trabajo de los esclavos como la base de la existencia nacional.


Los otros dos infantes:
Don Duarte (1391-1438):
Heredero del trono por la muerte de su hermano primogénito Don Alfonso. Nace el 31 de octubre de 1391, en Viseu, hijo de João I y de Doña Filipa de Lancaster. Desde 1412, João I lo asocia a la gobernación, pasando a participar en la toma de decisiones importantes, como la conquista de Ceuta. Sube al trono en 1433, comenzando por esforzarse desde el inicio por la recuperación de muchas tierras abandonadas por la Corona. En este contexto surge la llamada "Ley Mental" (1434) que decreta la indivisibilidad y la obligatoriedad de los principios de la primogenitura y de la masculinidad en la transmisión de las tierras concedidas por la Corona. En el plano externo, envía en 1437 una expedición militar con el objetivo de conquistar Tánger, que fracasa. Don Duarte muere en Tomar víctima de la peste, el 10 de septiembre de 1438. De acuerdo con su testamento, durante la minoría de edad de su hijo, Don Alfonso, la regencia deberá quedar a cargo de Doña Leonor de Aragón, su esposa.

El Infante Don Pedro (Lisboa 1392-1449):
Segundo hijo de João I y de Filipa de Lancaster. Nace el 9 de enero de 1392. Durante su infancia recibe una cuidada educación y, desde 1408, acumula un importante patrimonio. João I le da la villa de Penela, los realengos de Campores y Rabaçal, el Castillo de Lousa, los Pazos de Tentúgal y muchos otros señoríos. En la consecución de la conquista de Ceuta, donde se destaca, es armado caballero y nombrado duque de Coimbra. En 1417 Inglaterra le concede la Orden de Jarretera y en 1418 el emperador Segismundo le concede el ducado de Treviso. En 1424 parte de Lisboa, atravesando Portugal hasta Trás-os-Montes, antes de pasar a Castilla, Aragón, Francia, Inglaterra, Flandes, Alemania, Hungría e Italia. Sus viajes por Europa le proporcionan una formación poco común entre los príncipes de su tiempo. Observa los hábitos de otras regiones, estudia, constata el vigor económico de Flandes y la potencia comercial veneciana. También participa en diversas operaciones militares, como la guerra de los Husitas, al servicio del rey de Hungría. En Roma es recibido personalmente por el papa Martín V. Estando en Flandes, escribe a su hermano Don Duarte una carta en la que le aconseja sobre el buen gobierno de su reino. A su regreso se casa con Isabel de Urgel y continúa aumentando su patrimonio con donaciones de la Corona. En las cortes de Evora de 1436 se manifiesta contrario a la expedición a Tánger y, después del fracaso, es favorable a la devolución de Ceuta en trueque por la vida de su hermano Don Fernando. Tras la muerte de Don Duarte (1438) se produce una repartición de poder con Leonor de Aragón. El agravamiento de las divergencias produce el alejamiento de la reina, que se exilia en Castilla. Don Pedro asume la regencia y desarrolla una política hostil a la nobleza que apoyara a Doña Leonor. Se mantuvo en el poder hasta mediados de 1448 en que Alfonso V lo aleja de la corte. Muere en la batalla de Alfarrobeira luchando contra las tropas reales.

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